El profesional de las relaciones públicas del siglo XXI destaca (o debería) por su multifuncionalidad, por contar con capacidades estratégicas y también técnicas para producción de contenidos o gestión en social media, por su actitud curiosa y capacidad de adaptación al cambio. Todas estas aptitudes le hacen capaz de ofrecer una visión integral, pero también poder bajar al detalle en cada una de las ramas que componen la comunicación.

Es innegable que algunas de las características más importantes en un buen perfil de relaciones públicas son innatas, como poseer una personalidad empática y comprensiva. Pero hay otras muchas que sólo se consiguen con esfuerzo y dedicación constante, de forma que se evolucione de acuerdo con las necesidades de las organizaciones, audiencia y medios.

Desde Cohn & Wolfe queremos dar cinco consejos para conseguir un buenCurrículum Vitae y mantener nuestro perfil profesional actualizado.

• Actualidad. En nuestra profesión, más que en ninguna otra, debemos saber qué está pasando en el mundo y especialmente en el sector en el que trabajamos. Nosotros debemos generar ángulos noticiables y contenidos atractivos para los medios, si no sabemos qué temas se están tratando y cómo, difícilmente podremos asesorar a nuestros clientes.

• Reciclaje. Sin olvidar todo lo aprendido, tenemos que interiorizar e incorporar las nuevas tendencias de comunicación que surgen. Diseñar campañas 360º es esencial, integrando acciones más tradicionales con social media. Por ello, debemos tener en cuenta e integrar (en la medida de lo posible) las diferentes disciplinas, incluyendo por qué no contenidos pagados, siempre que contribuyan a los objetivos de nuestro cliente.

• Networking. Cuidar a nuestros contactos es esencial. Debemos mantener siempre vivos los vínculos con las personas que conforman nuestra agenda personal y no olvidar que “hoy por ti, mañana por mí”. Llamar a nuestros contactos sólo cuando necesitamos su ayuda mancha nuestra imagen y crea mala reputación. Cultivar nuestra marca personal es fundamental y estar bien reconocido en el sector nos abrirá puertas siempre.

• Multiculturalidad. Conocer otras culturas, viajar y compartir experiencias con personas que no trabajan en nuestro entorno diario es enriquecedor y nos ayudará a aportar una visión diferente. Asistir a eventos internacionales, leer prensa de otros países o mirar conferencias online de diversos escenarios, nos hará más creativos y nos nutrirá de nuevas ideas. Por supuesto, para poder realizar todas estas actividades, tendremos que seguir formándonos en idiomas.

• Escuchar. A veces olvidamos que la habilidad más importante es saber escuchar. Por mucha experiencia y formación que tengamos, si no escuchamos a nuestra audiencia/cliente, difícilmente podremos aportar valor porque no sabremos qué es lo que necesita y busca y trabajaremos sobre ideas preconcebidas.

Nuestro Curriculum Vitae es nuestra carta de presentación para una compañía. Resulta difícil recoger en tan solo un par de folios todo nuestro conocimiento y experiencia laboral y, especialmente, reflejar aptitudes innatas o las actitudes anteriormente mencionadas como la  curiosidad, interés y pasión por lo que uno hace. Por ello, deberemos aprovechar todas las oportunidades que nos brinde la entrevista para demostrar lo buenos relaciones públicas que somos mostrando cómo trabajamos y demostrando las habilidades que nos permitirán triunfar en una profesión que es cada vez más compleja, más rápida y más integradora de diferentes disciplinas.